¿Dónde naciste?
Nací en Clorinda, provincia de Formosa
¿Dónde realizaste tus estudios?
Primario y secundario en Clorinda y los universitarios en la Universidad Nacional del Nordeste, Corrientes.
¿Por qué elegiste la medicina?
Porque me gustaban todas las materias relacionadas con las ciencias naturales y biología. Recuerdo que en un momento quería estudiar veterinaria, pero después pensé que es casi el mismo tiempo que medicina, una carrera mucho más amplia. Además, mi hermana, que es un año mayor que yo, ya estaba estudiando medicina, así que empecé la misma carrera que ella.
¿Qué te llevó a elegir a la anestesiología como especialidad?
Cuando empecé la carrera me gustaba la pediatría, hasta que cursé la materia y me dejó de gustar. En 4to año realicé prácticas en hospitales escuelas haciendo guardias y ahí vi todo tipo de pacientes, hice mucho consultorio, atendí patologías muy banales como fiebre y fue allí donde dije que el consultorio no era lo mío. En esos años conocí personas que hacían anestesia y me pusieron en contacto con la especialidad. Fui viendo que era un área muy completa, con mucho campo de acción, mucha clínica, terapia, cardiología, entre otras cosas. Fue entonces que me decidí por eso, y el primer día que hice la residencia ya me gustó. Por suerte hice una muy buena elección.
¿Dónde realizaste la residencia?
En el Hospital Vidal de Corrientes.
¿Viviste situaciones críticas durante la residencia?
Si, porque el Hospital Vidal es la maternidad más grande de Corrientes, donde recibimos todos los casos de pacientes críticos, de personas que suben a la ambulancia de un pueblo del interior y llegan al hospital en condiciones terribles. Por suerte nuestro hospital tenía un banco de sangre muy completo, tenía una buena terapia, entonces era más ágil y trabajábamos con “tranquilidad” de cierto modo.
Además éramos un montón, todos los médicos en línea de planta, residentes, etc. Después cuando terminé la residencia, mi primer trabajo fue en un hospital materno-infantil en Formosa Capital, pero ahí estuve sola. Gracias a que tenía técnicos en anestesia muy buenos, pude realizar un buen trabajo, ellos me ayudaron mucho.
¿Cómo llegaste a Neuquén después de haber vivido todo esto?
Luego de estudiar en Corrientes, me había vuelto a mi provincia. Estaba muy mal la situación para los médicos en general, trabajaba en un hospital público y realmente no progresábamos nada. Entonces me contacté con una compañera de la residencia que se había ido a trabajar a Zapala en el 2004. Fue ella quien me puso en contacto con una médica de planta que necesitaba un compañero de trabajo en la clínica, y en 2006 decidí venirme. Desde entonces es que estoy acá, hace ya 13 años. Ahora mi trabajo en la clínica es súper tranquilo, porque es una clínica de baja complejidad, pero tenemos un volumen importante de pacientes.
¿Qué opinión te merece el lugar de la asociación en tu rol profesional?
Estoy muy contenta con la asociación, es excelente. Desde que llegué pude ver el crecimiento constante. Recuerdo el primer tiempo donde la asociación se ubicaba en un departamento. Hoy tenemos un edificio propio que cuenta hasta con un centro de simulación. Otras asociaciones del país no cuentan con todo esto. Vemos el fruto de nuestro trabajo traducido en cosas que van quedando para nosotros.
¿Qué le dirías a un futuro residente sobre la anestesiología?
Yo la recomiendo porque es súper completa, no deja de ser estresante, pero cada especialidad tiene sus cosas. Creo que es una de las mejores en medicina en cuanto al contenido y desempeño laboral. Los anestesiólogos son líderes en los equipos de emergencia, líderes en equipo de reanimación y en equipos de manejo de vía aérea.